Hannah Wilke y la iconografía vaginal

Hannah Wilke (1940-1993), artista norteamericana cuyo trabajo encaja perfectamente dentro de la llamada iconografía vaginal. Las primeras artistas feministas siguen esta iconografía centrada en la mujer bajo la necesidad de explorar su propia identidad y plasmar su sexualidad, reflejando la propia experiencia como mujer. 

Desde el comienzo de su carrera Hannah Wilke se interesa por este arte feminista que está surgiendo en los años 60. Se habla incluso de ella como la pionera en esta iconografía vaginal, algo que yo no me atrevería a afirmar pues en el panorama artístico del momento encontramos obras como la performance que Shigeko Kubota realiza en 1965 llamada Vagina painting en la que comenzó a pintar en rojo una hoja de papel dispuesta en el suelo con un pincel que salía de su vagina. En este trabajo de Kubota existe una clara alusión a la menstruación, la artista quiere dotar a la vagina de un poder de comunicación, pretende hacer de ésta un elemento activo frente a la pasividad que siempre se le ha asignado.

Starification Object Series, 1974-82

En 1967 Wilke ya expone piezas de cerámica que aluden claramente a la vagina. Nunca abandonará el trabajo en cerámica pero quizá sea más conocida esta artista por sus fotografías y performance que aluden a la identidad propia femenina. También es muy conocida su serie de fotografías Intra Venus. Se trata de fotografías que documentan la última etapa del linfoma que se le diagnostica, imágenes muy duras, que rozan lo abyecto pero a su vez sinceras que muestran a una persona que acepta la enfermedad y los cambios de su cuerpo.

        En este artículo nos centramos en su trabajo realizado durante los años 70. Se trata de fotografías en blanco y negro en las que aparece ella como protagonista. Series como Hannah Wilke Super-t-Art, 1974, veinte imágenes en las que ella se retrata liberándose en cada imagen un poco más de una sábana blanca que tapa su cuerpo o su famosa serie S.O.S. Starification Object Series, 1975. Aquí Hannah Wilke se fotografió semidesnuda con el objetivo de parodiar el narcisismo atribuido a la mujer. Su cuerpo aparece cubierto por chicles masticados que insinúan genitales femeninos. Diferentes poses que participan de la estética femenina de la época usada para seducir al hombre y que muestran a una mujer coqueta y seductora.

Se encaja siempre a esta artista dentro de la iconografía vaginal, iconografía que más adelante fue muy criticada por proclamar una feminidad verdadera, que deriva de la constitución biológica y que podía llevar a la mujer de nuevo al sistema patriarcal del que se pretendía huir. Sí, es cierto que Wilke hace uso de este feminismo esencialista, es decir, aquel que cree en una naturaleza en común a todas las mujeres, pero no creo que el objetivo de estas imágenes fuera ensalzar esa esencia femenina, una feminidad verdadera sin dejar hueco a alternativas. En su trabajo se aprecia una crítica a la mirada masculina y un intento de liberación de la mujer de ese narcisismo que se le atribuye. Su objetivo era mostrarse tal y como era, sin añadidos machistas que a lo largo de la historia han modificado la imagen femenina. 

Hannah Wilke Super-t-Art