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viernes, 2 de noviembre de 2012

Louise Bourgeois, esa mujer entrañable



Louise Bourgeois
¿De quién es esa araña gigante que vigila el museo Guggenheim de Bilbao? ¿Qué son esos dibujos que aparecen detrás de Elena Anaya en la última película de Almodóvar La piel que habito? ¿Qué es eso de “La mujer-casa”?
En esta entrada quiero dar a conocer a una de las artistas más destacadas del siglo XX, la parisina Louise Bourgeois (París 1911- Nueva York 2010) a la que se le podría considerar como la mamá de las artistas feministas de los años 60-70.
Tal y como ella misma afirma, toda su obra gira en torno a su infancia en París, a sus vivencias, a sus traumas ocasionados por un padre que no quería a su madre, por una madre que se resigna a ver cómo bajo su mismo techo viven sus hijas, su marido y la amante de éste. Por lo tanto su obra es autobiográfica y por ello en muchas ocasiones la vemos a ella misma usando su propio cuerpo como instrumento artístico junto a muchos otros elementos relacionados estrechamente con su vida.
         Antes de destacar en la escultura Louise se dedicó al dibujo. En los años 40 crea las Femme-maison o Mujer-casa. Dibujos en los que vemos el cuerpo desnudo de una mujer cuya cabeza ha sido sustituida por una casa. Esto ha sido interpretado como la sumisión de la mujer a la casa y al marido, la opresión que imponía la sociedad a que la mujer se sometiera a la casa y a lo que en ella se daba. Esta Mujer-casa llamó mucho la atención al movimiento feminista de los años 60-70 e incluso se puede decir que hoy día aún sigue presente. La hemos visto como portada en la obra de la escritora Lucy Lippard From the center: feminist essays on woman’sart (1976) y más recientemente en la película de Pedro Almodóvar La piel que habito (2011). En esta película la protagonista Vera (Elena Anaya) está encerrada contra su voluntad en la mansión de un reputado cirujano que experimenta con su cuerpo durante seis años. 


Fotograma de La piel que habito


Portada From the center: feminist essay on women's art, Lucy Lippard 



          La escultura marcó gran parte de su carrera. Usó la escultura como válvula de escape, proyectando en ella sus miedos, su soledad, su nostalgia usando todo tipo de materiales. Una de sus esculturas que nos queda más cerca es esa gigantesca araña que vemos junto al museo Guggenheim de Bilbao Mamá, 1999. Un claro homenaje a su madre en bronce, mármol y acero inoxidable. La iconografía de la araña se da en su obra ya desde los años 40 y con ella pone de manifiesto la protección de las arañas pero también su faceta depredadora, transmitiendo vulnerabilidad y protección a la vez.

Mamá, L. Bourgeois, 1999
 

     Pero no sólo de dibujo y escultura se compone la obra de Louise Bourgeois. En una carrera artística de más de 50 años se dan cabida la poesía, la performace y el grabado.
         Con 89 años nos dejó esta gran artista que ha marcado la historia del arte del siglo XX y a la que no podemos etiquetar en ningún movimiento concreto pues su carrera abarca gran parte del siglo. Hoy podemos disfrutar de su obra en la Casa Encendida, Madrid, donde desde el 19 de octubre de 2012 hasta el 13 de enero de 2013 se expone HONNI soit QUI mal y pensé, un homenaje a sus últimos diez años de carrera.




"Digo ahora con mi escultura lo que no fui capaz de decir en el pasado” Louise Bougeois (Louise Bourgeous, Patricia Mayayo, p.10)





2 comentarios:

  1. Hola Majo, por primera vez me he metido en tu blog y lo he enconrado fascinante, te felicito por lo bien que comentas.Sigue así.
    Papi.

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